A diferencia de los desastres naturales, que no pueden ser prevenidos, la actividad humana provoca otro tipo de desastres, cuyo impacto se acentúa por la desigualdad económica, la vulnerabilidad y la falta de prevención.
Pescadores locales limpian el petróleo crudo derramado por Pemex en el Río Coatzacoalcos el 31 de diciembre de 2011. El derrame cubrió una mancha de unos 12 kilómetros hasta la desembocadura al mar. Arbustos, peces y lirios quedaron totalmente sumergidos y más de mil pescadores perdieron su medio de subsistencia. 7 de enero de 2012. (Foto: Prometeo Lucero/Greenpeace)
Pescadores locales limpian el petróleo crudo derramado por Pemex en el Río Coatzacoalcos el 31 de diciembre de 2011. El derrame cubrió una mancha de unos 12 kilómetros hasta la desembocadura al mar. Arbustos, peces y lirios quedaron totalmente sumergidos y más de mil pescadores perdieron su medio de subsistencia. 7 de enero de 2012. (Foto: Prometeo Lucero/Greenpeace)
Pescadores locales limpian el petróleo crudo derramado por Pemex en el Río Coatzacoalcos el 31 de diciembre de 2011. El derrame cubrió una mancha de unos 12 kilómetros hasta la desembocadura al mar. Arbustos, peces y lirios quedaron totalmente sumergidos y más de mil pescadores perdieron su medio de subsistencia. 7 de enero de 2012. (Foto: Prometeo Lucero/Greenpeace)
Guardabosques y voluntarios intentan apagar un incendio forestal en el Cerro de la Virgen, a 20 km al nororiente de Cherán el 15 de abril de 2013. (foto: Prometeo Lucero)
Guardabosques y voluntarios intentan apagar un incendio forestal en el Cerro de la Virgen, a 20 km al nororiente de Cherán el 15 de abril de 2013. (foto: Prometeo Lucero)
María López Gutierrez observa las pertenencias de su familia en su casa inundada en la Colonia el Sol, Ciudad Nezahualcóyotl, a las afueras de la Ciudad de México, el 28 de junio de 2011. El día anterior, el Bordo de Xochiaca, un río ubicado en el Estado de México que transporta desperdicios del área metropolitana se desbordó debido a las fuertes lluvias, inundando casas y calles. (foto: Prometeo Lucero / AP)
Hilda Huerta García es consolada por su hijo en su casa inundada en la Colonia El Sol, Ciudad Nezahualcóyotl, a las afueras de la Ciudad de México. El día anterior, el Bordo de Xochiaca, un río ubicado en el Estado de México que transporta desperdicios del área metropolitana se desbordó debido a las fuertes lluvias, inundando casas y calles. (Foto: Prometeo Lucero / AP)
El cerro Tierra de Algodón, en Chochoapa el Grande, Guerrero, fue talado y quemado por talamontes clandestinos una mañana de octubre de 2009. (foto: Prometeo Lucero)
Desperdicios de envases agroquímicos en terreno en ejido Ixchec, Hopelchén, en plantaciones de sandía. (foto: Prometeo Lucero / Greenpece)
Las plantaciones de cultivos transgénicos, como el sorgo, vienen seguidas de la tala de la selva, en la que quedan apenas vestigios. La imagen, a las afueras de Hopelchén. (foto: Prometeo Lucero / Greenpeace)
Gases emanados de la termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad en Tula, Hidalgo. (foto: Prometeo Lucero)
Empresas cementeras recurren a la incineración de desechos tóxicos para la fabricación de coque, combustible alterno. (foto: Prometeo Lucero)
